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Reconstrucción del Altar de Zeus en el Museo de Pérgamo. Berlín. |
El Gran Altar de Pérgamo -trasladado a Berlín y reconstruido allí su frontal y sus frisos- es junto al Partenon de Atenas, la obra cumple de la civilización helenística.
Constituyó la culminación del refinamiento artístico de la corte helenística de los atálidas y formó parte del aparato propagandístico del reino de Pérgamo. Muestra la preferencia asiática por el orden jónico, originario de la región, por la espectacularidad y el efecto escénico de las grandes columnatas y los majestuosos tramos de escaleras, y por una mayor libertad, perfeccionamiento y ornamentación de las antiguas formas constructivas griegas.
Aunque como dice el profesor Wolfgang Radt, "Nada en la investigación es indiscutible en esta famosa obra maestra del arte de Pérgamo, ni el constructor, ni la fecha, ni la ocasión, ni el propósito de la construcción", podemos asegurar que se construyó durante el reinado de Eumenes II, entre los años 180 y 160 a. C. y que en ella pudieron trabajar los arquitectos Menécrates de Rodas o Hermógenes de Magnesia, y el artista ateniense Filomacos, el séptimo y último de los siete grandes escultores griegos, a quien Plino atribuye los Monumenta Attalidium.
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Restos del Altar de Zeus in situ |
El altar se situaba a medio camino entre el templo de Atenea y el de Zeus, y su función era sacrificial, aunque no se han encontrado numerosos restos de las víctimas de los holocaustos. Tal vez sólo se dedicase a libaciones, es decir, ofrenda de sacrificios en forma de incienso, vino y frutas.
Con el Helenismo las proporciones
de los edificios experimentan un cambio notable: se vuelven más grandes. Los altares, que antiguamente
eran pequeños y se erigían ante los templos, ahora se convierten en
construcciones independientes que buscan la monumentalidad y la manifestación
escenográfica del poder de los monarcas. Dentro de ellos destacan los
denominados altares de columnas de los que conocemos otros dos ejemplos, el de Priene y el de Magnesia , que
desgraciadamente no se han conservado, pero que también presentaban una planta
en forma de letra PI.
El altar propiamente dicho (rectangular) se erguía en un patio porticado con dobles columnas y descubierto sobre una grandiosa estructura arquitectónica de forma casi cuadrada (34x36 mts) y también perístila.
El conjunto descansaba sobre una plataforma de 5 gradas (crepidoma), sobre la que se alzaba un doble podio en desnivel, delimitado por una cornisa en voladizo. El zócalo superior estaba revestido con un inmenso friso que rodeaba todo el exterior del edificio (120 m. de longitud por 2.30 m. altura). Por encima de otra cornisa se situaban las columnas y el entablamento.
El altar propiamente dicho (rectangular) se erguía en un patio porticado con dobles columnas y descubierto sobre una grandiosa estructura arquitectónica de forma casi cuadrada (34x36 mts) y también perístila.
El conjunto descansaba sobre una plataforma de 5 gradas (crepidoma), sobre la que se alzaba un doble podio en desnivel, delimitado por una cornisa en voladizo. El zócalo superior estaba revestido con un inmenso friso que rodeaba todo el exterior del edificio (120 m. de longitud por 2.30 m. altura). Por encima de otra cornisa se situaban las columnas y el entablamento.
El orden jónico, cuyo origen Vitrubio sitúa en el famoso santuario de Artemisa en Éfeso (s. VI a. C.), será seña de identidad de la arquitectura en Asia Menor a partir del siglo IV a. C., cuando el célebre arquitecto Piteo lo emplee en Mausoleo de Halicarnaso. La elección del orden jónico como elemento constructivo del gran altar de Pérgamo obedecía, por tanto, a las más eruditas reflexiones sobre arquitectura de la época, a la vez que a la exaltación de la propia tradición.
El tejado se decoraba con estatuas de grupos de cuatro caballos, leones atacándose, grifos, centauros y especies de gárgolas inacabadas. En la terraza del altar se encontraron esculturas de diosas cuya ubicación sigue siendo objeto de discusión: ¿intercolumnios o en el tejado?
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Maqueta del Altar de Zeus. Museo de Pérgamo. Berlín. |
En resumen, la ordenación arquitectónica de esta maravilla aunaba principios constructivos puramente griegos con innovadores contrastes en la disposición del espacio, fruto de la imaginación oriental y de la atrevida concepción artística del momento. Así, la horizontalidad de su cuerpo inferior, con su amplio pedestal y su zócalo de perfil escalonado, contrastaba con la esbeltez de la columnata superior, logrando un efecto armónico, tan solo quebrado por la decidida irrupción de la escalinata central. Por otro lado, el circuito de 90 columnas, que ceñía el conjunto, aunque evocaba el contorno de un templo períptero, por su disposición porticada pudo estar inspirada en la stoa.
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Recontrucción de la entrada del altar de Zeus en el Museo de Pérgamo, Berlín. |
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